Santo Domingo 25°C/27°C broken clouds

Suscribete

Desde mi pluma

No golpeemos dos veces

“¿Qué le habrá hecho ella para que él reaccionara de esa manera”, “seguro él se lo buscó”, “¿por qué no lo denunció antes?”, son de las expresiones prejuiciosas que muchos, desde la ignorancia hemos dicho al menos una vez en la vida al emitir comentarios sobre una situación de violencia.

La sociedad ha normalizado tanto las agresiones verbales, físicas y psicológicas hasta el punto en que en muchos casos se termina condenando y enterrando moralmente a la víctima.

Me permito no pasar desapercibidos los recientes hechos de figuras públicas denunciando haber sido afectados en el pasado por violencia de género en donde la gente opina y opina como si tuviera conocimiento de las intríngulis de estos incidentes sin detenerse en la agresión sino más bien en debatir quién tiene la razón o quién tiene la culpa. Este comportamiento es el resultado la erosión de las conductas violentas y de décadas de descuido por parte de las autoridades ante este flagelo.

Entiendo que es injusto señalar a la víctima por no saber cómo romper el vínculo con su agresor, porque precisamente por ser una víctima intentará de manera inconsciente justificar a la o el verdugo. Pero es inconcebible que su entorno o la población en general se comporte de la misma manera.

Bajo ninguna circunstancia podemos justificar que alguien, sin importar su género, profesión o estatus social, cometa abuso sobre otro ser humano.

En lugar de juzgar a través de nuestros comentarios las situaciones de violencia que azotan a muchas personas, no solo en República Dominicana, sino alrededor del mundo, podríamos marcar la diferencia incentivando a los afectados a buscar ayuda psicológica y a cuidar su salud mental y exigiendo justicia para cada caso.

Los culpables de las agresiones son los agresores. Los culpables de las violaciones son los violadores. Los culpables de los asesinatos son los asesinos. Los culpables de los robos son los ladrones. Dejemos de golpear dos veces a las víctimas y borremos de nuestras mentes que las personas son abusadas “porque se lo merecen” o “porque se lo buscaron”.

Tags relacionados